Viena es una ciudad que no se anda con rodeos cuando se trata de impresionar. Con su mezcla de elegancia imperial y modernidad, es un lugar que te hará querer quedarte para siempre. Desde palacios históricos hasta cafés que parecen sacados de una película, Viena tiene de todo. Así que prepara tus zapatos más cómodos, una buena cámara y un estómago dispuesto a disfrutar de delicias, porque aquí te contamos las mejores cosas que ver y hacer en Viena.
En este post, te llevaremos por los lugares más icónicos y algunos de los secretos mejor guardados de Viena. Te desvelamos qué ver, hacer y experimentar en la capital austríaca. Ya sea que estés planeando una escapada rápida o una estancia prolongada, esta guía te ayudará a sacar el máximo provecho de tu visita a Viena. ¡Vamos allá!
13 cosas que ver y hacer en Viena
1. visitar el Palacio de Schönbrunn
El Palacio de Schönbrunn es el “Versailles vienés”, la atracción por excelencia de la ciudad. Construido como residencia de verano de los Habsburgo, este majestuoso palacio cuenta con más de 1,400 habitaciones, de las cuales solo algunas están abiertas al público.
No te pierdas la Gran Galería y los apartamentos imperiales, verdaderas joyas del barroco. Además, el jardín del palacio, con su glorieta y laberinto, es perfecto para un paseo relajante.
La entrada tiene un precio aproximado de 11 euros.
2. adentrarse en la Catedral de San Esteban
Dominando el horizonte de Viena, la Catedral de San Esteban es una maravilla gótica que te dejará boquiabierto.
Sube los 343 escalones hasta la torre sur para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad que, sinceramente, hace que el esfuerzo valga la pena. En su interior, la catedral alberga arte sacro y una atmósfera solemne que invita a la reflexión.
3. Ver un concierto en la Ópera Estatal de Viena
La Ópera Estatal de Viena no es solo un lugar para los amantes de la música clásica, es una experiencia cultural que no puedes dejar pasar.
Si no te conformas con admirar su espléndida fachada y tampoco deseas gastar los 50€ que suele costar una entrada, puedes disfrutar de una ópera en Viena por aproximadamente 5 euros. No es una broma. Solo necesitas dirigirte a la taquilla de Operngasse, ubicada en un lateral del edificio, alrededor de una hora y media antes del espectáculo. Aunque tendrás que verla de pie, es una experiencia única y extremadamente económica.
4. divertirse en el Prater
El Prater es el rincón más divertido de Viena, un parque de atracciones tradicional que funciona como una feria, donde pagas por cada atracción a la que te subas. La más famosa es su icónica noria, construida en 1896, que en su momento fue una verdadera revolución.
Dentro del mismo recinto se encuentra el museo de cera Madame Tussauds. Sin embargo, si ya has visitado otros museos de cera en distintas ciudades, puedes omitir esta atracción. En resumen, el Prater es ideal para pasar un día en familia, con numerosos puestos de comida tradicional austríaca para disfrutar.
5. enriquecerse en el Museo de Historia del Arte
El Kunsthistorisches Museum es una parada obligatoria para los amantes del arte. Alberga una de las colecciones más importantes del mundo, incluyendo obras maestras de Rembrandt, Rafael y Rubens.
Además, su edificio en sí es una obra de arte arquitectónica que merece la pena ver. La entrada tiene un costo de 18 euros, aunque vale cada centavo.
6. descubrir el Palacio Belvedere
El Palacio Belvedere, compuesto por el Alto y Bajo Belvedere, es un testimonio del esplendor barroco. Aquí encontrarás la mayor colección de obras de Gustav Klimt, incluido su famoso «El Beso». Los jardines que conectan ambos palacios son perfectos para una caminata tranquila.
No recomendamos que entres si no estás interesado en las obras de arte que alberga ya que la entrada no es para nada barata, cuesta unos 20 euros según la opción que elijas. Los jardines son gratuitos y ofrecen un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un agradable paseo al aire libre.
7. comer algo en Naschmarkt, el mercado más popular de Viena
El Naschmarkt es el mercado más famoso de Viena, un lugar animado e inquieto donde podrás encontrar desde frutas exóticas hasta especialidades locales. Es ideal para degustar la cocina vienesa, comprar souvenirs y disfrutar del ambiente local. No te pierdas los puestos de comida callejera, una delicia para el paladar.
La entrada al mercado es gratuita, pero asegúrate de llevar efectivo para las compras y degustaciones.
8. visitar El Palacio de Hofburg, otra joya insólita de Viena
Prometo que este es el último Palacio que menciono, pero es que este también vale mucho la pena. Es el corazón histórico de Viena y ha sido la residencia de los Habsburgo durante más de seis siglos.
Aquí podrás visitar los Apartamentos Imperiales, el Museo de Sisi y la Escuela Española de Equitación. Un lugar lleno de historia y lujo que te transportará al pasado imperial de la ciudad.
9. fotografiar La Casa Hundertwasser
La Hundertwasserhaus es un colorido edificio residencial que parece sacado de un sueño. Diseñado por el artista Friedensreich Hundertwasser, este lugar es un ejemplo único de arquitectura expresionista. Aunque no se puede visitar el interior, el exterior vale cada minuto de tu tiempo y es una oportunidad perfecta para tomar fotos.
10. Tomar algo en el Café Central
Visitar Viena sin pasar por uno de sus emblemáticos cafés sería un crimen. El Café Central es uno de los más históricos y famosos, frecuentado en su día por figuras como Sigmund Freud y Leon Trotsky.
Disfruta de un café vienés y una porción de tarta Sacher mientras te sumerges en la atmósfera literaria e intelectual. Los precios pueden ser un poco elevados, pero la experiencia merece la pena.
11. Curiosear en el Museo Albertina
El Museo Albertina posee una de las colecciones gráficas más importantes del mundo, con obras de artistas como Monet, Picasso y Klimt.
Además, el edificio es una mezcla de palacio histórico y museo moderno, ofreciendo una experiencia visual tanto dentro como fuera de sus salas.
La entrada tiene un precio aproximado de 18 euros. Si te apasiona el arte, ¡no puedes perderte este lugar!
12. Descubrir La Iglesia de San Carlos Borromeo
La Karlskirche, o Iglesia de San Carlos Borromeo, es una obra maestra del barroco vienés. Probablemente lo que más llama la atención al ver la Iglesia son las dos columnas del exterior, inspiradas en la Columna de Trajano de Roma, con una decoración en espiral que representa escenas de la vida de San Carlos Borromeo.
La Iglesia de San Carlos Borromeo de Viena es una de las iglesias más interesantes de la ciudad. Además de visitar el templo, tendréis la posibilidad de subir hasta la cúpula para verla de cerca.
13. Disfrutar de una Vista panorámica de Viena desde Donauturm
Para terminar tu recorrido por Viena, visita la Donauturm o Torre del Danubio. Con 252 metros de altura, esta torre ofrece una vista impresionante de la ciudad y del río Danubio.
Si te sientes aventurero, prueba el bungee jumping desde la cima, o simplemente disfruta de una comida en el restaurante giratorio mientras contemplas el horizonte.
Mapa con las mejores cosas que ver y hacer en Viena
En el siguiente mapa se encuentran las ubicaciones de las mejores cosas que ver y hacer en Viena.
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